viernes, 28 de noviembre de 2025

Concierto del Ensamble Concentus BA


 

 

.Ensamble Concentus Buenos Aires

.Director: maestro Ricardo Schiammarella

.Mozarteum Argentino, Conciertos del Mediodía

.Palacio Libertad, Buenos Aires, 26 de noviembre, hora 14.

 

            La interpretación con criterios históricamente informados es una experiencia doble que abarca tanto a la música en sí misma como a la reflexión que su estética y las sensaciones que depara su audición nos suscitan.

            En el programa de la serie Un viaje al interior de la música dedicado al tema, el maestro Horacio Lanci señaló, refiriéndose a esta experiencia: “¿No le parece escuchar cosas que antes no escuchaba?” La afirmación es muy válida al revelar la interpretación historicista aspectos de las texturas, en este caso de la segunda mitad del siglo XVIII, que la interpretación convencional no revelaba. 

            Con instrumentos y técnicas de interpretación que se ajustan a los lineamientos de la época y un número reducido  de intérpretes que hace que el sonido producido sea individual, destacado y esencial, la experiencia es necesariamente una de descubrimiento.

 

            Sinfonía nro. 29 en la mayor; K.201 de Wolfgang Amadeus Mozart (1756-1791)

            Ya el primer minuto de la obra nos la presenta con un delicado motivo introductorio que sin embargo cambia en cuestión de segundos con la llegada de un nudo dramático. No es fácil discernir si la forma sonata a la que responde el movimiento desarrolla solo un primer tema o si hay un segundo que sea la elaboración del primero. Los cambios dinámicos en la cuerda y la belleza de las frases son lo central en una trama en que tanto los oboes como las trompas introducen un color que brinda un especial relieve al desarrollo.

            El andante, con las cuerdas con sordina, apenas introducido el tema inicial se expande en un rico diseño en las voces de las cuerdas. La disposición de violines primeros y segundos en espacios opuestos del escenario permite apreciar este rico diseño.

            El menueto allegreto-trío está concebido de manera marcadamente rítmica e incisiva, material en el cual el trio central implica un momento de distensión.

            Muy formalmente elaborado, el allegro con spirito final, en compás de 6/8 retoma elementos formales del allegro inicial.

            La faz interpretativa descansa en las dinámicas de las frases más lentas: las notas en la cuerda “nacen” delicadamente y luego se expanden y los pasajes más rápidos son acentuadas y cambiantes en una textura sonora donde si bien el sonido instrumental es, por decirlo así, “individual” se encuentra sumamente amalgamado.

 

            Sinfonía nro. 45 en fa sostenido menor, Hob I:45 “Los adioses”, de Franz Joseph Haydn (1732-1809)

            Del mismo modo que la sinfonía anterior, el orgánico de esta obra no incluye a clarinetes ni flautas, en lo demás, son totalmente diferentes entre sí.

            Es conocida la versión de que la estadía de los músicos de la corte de Esterházy en la residencia Eszterháza, cercana a Hungría, se había prolongado demasiado y que los músicos anhelaban volver a sus casas; al pedirle a Haydn que intercediera ante el príncipe, el compositor ideó como recurso escribir una sinfonía en la cual los miembros de la orquesta abandonaran progresivamente el escenario.

            Más allá de ello, la obra resulta inusual para el canon compositivo del momento: al igual que la sinfonía nro. 40 de Mozart, está escrita en tono menor y, con una prevalencia de elementos rítmicos sobre la melodía.

La figura inicial es expuesta luego en modo mayor, con lo cual el clima de inestabilidad y tensión se acentúa. Como obra del llamado clasicismo es un opus que descansa no en la elegancia y la simetría formal sino en la indefinición, la dureza melódica y la angustia que esos elementos suscitan en el ánimo del  oyente.

            El arpegio descendente del principio se reitera a lo largo de la estructura, donde la forma parece inusual para el lenguaje sinfónico

            Surge claramente el ideal experimentador de Haydn, que abrió el camino a los futuros lenguajes. En efecto, la sinfonía responde a una cuidada construcción  global y a un esquema armónico muy minuciosamente planeado.

            El tema inicial requiere una resolución en el modo mayor que solo llegará en la modulación del adagio final. Hay elementos que cimentan la inestabilidad de la obra: modulaciones frecuentes, violentos usos del modo menor, debilidad melódica.

            La organización tonal va del fa sostenido menor del primer movimiento al la mayor del segundo, el fa sostenido mayor del tercero, el fa sostenido menor en el presto y finalmente el fa sostenido mayor en la modulación final del “tema del regreso”, que concluye con los 15 compases del violín primero y del primer violín segundo

            Una de las mayores muestras de la originalidad de la obra es el referido cuarto movimiento, Finale, Presto- Adagio: al final de la recapitulación hay una coda trunca, ya que no es resuelta completamente: la sinfonía parece acabar pero la elaboración final se detiene abruptamente para dar lugar a un tema en compás de 3/8 que modula, como ya dijimos, al fa sostenido mayor.

            En lugar del clímax final de cualquier sinfonía, la música simplemente se disgrega. Breves intervenciones de los instrumentos van jalonando su salida del escenario: primer oboe y segunda trompa; fagot; segundo oboe y primera trompa; contrabajo; cellos; viola y quedan el violín primero y el primero de los segundos, que, elegantemente, concluyen el tema, entre distendido y melancólico.

            La música, literalmente, se reduce hasta disgregarse y desaparecer luego de los desarrollos tensionales en los cuales discurre en casi toda su extensión.

            El maestro Sciammarela señaló, en el concierto, que se sabe cuándo la música comienza pero se ignora cómo habrá de seguir  y de qué modo habrá de terminar. Podemos tomarlo como una poderosa metáfora de la vida, de su sentido y de la propia existencia.

            Pensemos simplemente en el final de la Sinfonía Patética de Thaicovsky, acerca de cuyo final el maestro  Lanci señaló: “la música de disgrega hasta desaparecer”, para valorar los alcances de esta poderosa metáfora.

 

            La interpretación historicista

            Ante una interpretación de esta naturaleza es inevitable pensar que el desarrollo de las orquestas posterior a la época de estas obras nos ha dejado la sensación de que tal evolución es un progreso capaz instalar un modo más perfecto de interpretación, superador de lo anterior.

Sin embargo el sonido que recrea el paradigma sonoro del siglo XVIII y del temprano siglo XIX nos revela un carácter diferente de esas obras: en lugar de un sonido brillante y de conjunto en el cual –tal como lo ilustró el maestro Lanci en el programa de referencia- no son perceptibles determinadas inflexiones ni determinados matices y hay cosas que –como los ligados de a dos, a poco de comenzar la novela sinfonía de Beethoven- directamente no se escuchan.

En un sonido más delgado e íntimo, las inflexiones son más delicadas y en las variaciones dinámicas el sonido cobra otro relieve. El mensaje de la obra difiere totalmente y nos revela que las versiones que conocíamos eran producto de técnicas de interpretación posteriores a tales obras. Literalmente, las redescubrimos.

En un momento de la bellísima película El arca rusa, el personaje de Coustine, dice amar el siglo XVIII, una “época de elegancia y maneras”. Vemos que no es tan así: la música también supo expresar la inestabilidad, la angustia y la búsqueda y no solamente la elegancia y las bellas maneras.

 

Ensamble Concentus Buenos Aires

La interpretación históricamente informada de la música implica tanto la técnica interpretativa así como el estudio y la investigación.

El Ensamble Concentus BA está integrado por músicos de distintos lugares; va de suyo que cada ocasión en la que se presenta demanda no solo el contar con los instrumentos y las partituras, sino la reunión de personas que residen en lugares diferentes. Todo ello está muy lejos de toda interpretación convencional y demanda un gran esfuerzo de preparación. La calidad resultante de este esfuerzo está a la vista.

Es dable destacar que Sofía Carmona, concertino de la Orquesta del Proyecto Creciendo en Armonía y alumna de dicho proyecto, fue una de las integrantes del ensamble en el concierto del cual estamos ocupándonos.

Le cabe el enorme mérito de ser el primer ensamble historicista de la Argentina y ha llevado desde su creación una vasta actividad.

 

           

 

 

Eduardo Balestena

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