.Orquesta del Mozarteum de Salzburgo
.Director: Ádám Fischer
.Coro Bach de Salzburgo
.Martina Janková, soprano
.Peter Sonn, tenor
.Amitai Pati, tenor
.Thomas Bauer, bajo
.Teatro del Mozarteum de Salzburgo, 27 de julio de 2014
E.T.A Hoffman se refirió a Johann
Michael Haydn (1737-1806) como un músico cuyos méritos no habían sido
suficientemente reconocidos, agregando que en el campo de la música de iglesia
era completamente un igual a su hermano, aunque en la seriedad de algunos de
sus conceptos lo sobrepasaba. No obstante carecer de la fama de Franz Joseph
sus méritos, evidentes, fueron ampliamente reconocidos en su época.
Luego de servir, como su hermano en la
capilla de la Corte
Imperial de Viena y como
kapellmeister de Grosswardein, en Transilvania, pasó su carrera entera en
Salzburgo, donde desempeñó cargos de importancia musical, como konzertmeister, compositor y organista.
Michael Haydn fue un músico muy valorado
en importantes círculos musicales. Debido a esa consideración la emperatriz
María Teresa de Nápoles y Sicilia, esposa del emperador Francisco II, cantante
amateur y entusiasta patrona de las artes, le encargó una misa cuyo éxito
redundó en una segunda comisión; esta vez se trataba de una obra en honor al
emperador, la Missa sub título Sancti Francisti Seraphici MH
826, “Franziscus-Messe”, una obra sobria, sencilla en su instrumentación
(oboes; fagotes; trompetas; timbales; cuerdas y continuo) pero grande en su
riqueza.
En su despojamiento es una obra que sin
embargo muestra una variedad de elementos, un ejemplo es el Kyrie inicial, en el cual las voces del coro se introducen como una
sucesión del sonido instrumental. Lo hacen suave, concisa y gradualmente. A esa
introducción algo sombría en re menor sucede un allegro con brio –Christe eleison, solo de soprano y un desarrollo
fugado. El Gloria es desarrollado con
rápidos pasajes de violines, intensos en el coro y los solistas, en la
tradición de la música de iglesia de Salzburgo.
En el Domine Jesu hace un delicado
e imaginativo uso de las trompetas entre los fagotes en una línea de gran
lirismo antes de volver a la intensidad del gloria en el Quonian (solo de soprano) trabajando
una fuga enérgica de tipo sinfónico, muy marcada por una cuerda en cuyo sonido
oboes y timbales actúan como colores de un tejido compacto (en la tradición de
Salzburgo, cellos y bajos pocas veces van separados). Es muy bella la fuga en
el coro.
Al
enérgico pasaje del Quonian sucede el
solo de cello que acompaña –en el Et incarnatus-
el pasaje de las voces solistas.
Obra
de serena belleza, de diversidad de elementos y a la vez concisa, carece de
alardes vocales pero no de energía. El Et
resurrexis es una prueba de ello.
Laut verküunde unsre Freude KV 623 “Eine
kleine Freimauer-Kantate” para solistas, coro y orquesta de Wolfgang Amadeus
Mozart (1756-1791) es una breve cantata que Mozart comenzó a escribir
catorce anos antes de la Misa
de Haydn. Fue en noviembre de 1791, cuando ya se encontraba avanzada su
enfermedad y mientras escribía el Requiem,
cuya composición interrumpió para levar a cabo la de la que sería su última
obra coral completa, publicada luego de su muerte.
Se
ignora en qué circunstancias fue estrenada. El manuscrito data del 15 de
noviembre. La ocasión para su estreno fue la reubicación de la logia masónica Zur gekrönten Hoffgung y está concebida
en un estilo que resulta similar al de la flauta mágica. Pese a lo incidental
de la música tiene el sello de su genio.
Sinfonía nro. 36 en do mayor KV 425 Linzer,
de Mozart
La
tonalidad elegida da a la sinfonía su tono de nobleza –señala el comentarista
Richard Bratby- y marca una etapa artística desde que dejara Salzburgo en 1781.
Las trompetas de la corte de Salzburgo estaban afinadas en esa tonalidad. En
una carta a su padre, escrita en Linz el 31 de octubre de 1783, le refiere que
había debido escribirla precipitadamente en muy poco tiempo para tenerla como
material para un concierto.
La
idea de escribir sinfonías en poco tiempo es difícil de concebir hoy; entonces
era común en los tours que hacía
Mozart, y ello abarcaba a sus conciertos para piano e improvisaciones. Sólo con
las visitas de Haydn a Londres en los anos de 1790 la sinfonía comenzó a
adquirir su significación moderna.
Leopold
Mozart la juzgó excelente. Su importancia se hace evidente al conocer las
circunstancias de su composición, que permiten juzgarla como un trabajo maduro:
el adagio inicial, con su indefinición temática y la modulación posterior, el
sonido de oboes y fagotes, el cambio hacia ese primer tema marcial abren un
mundo sonoro nuevo.
Los intérpretes
Ádám Fischer,
nacido en Budapest, formado en composición y dirección es dueño de un estilo
enérgico, claro, de relieves y matices y a su enorme experiencia como director
de ópera une un desempeño absolutamente acorde al repertorio clásico, que
aborda con instrumentos antiguos y modernos pero dentro de una concepción que
rescata el enfoque de la interpretación histórica de la música. Ello se
evidencia en los acentos, en los timbres, en el relieve con que aborda una
frase siempre enérgica.
El Coro Bach de Salzburgo ha cobrado
gradualmente una gran importancia en la vida musical austriaca y es una de las
agrupaciones más importantes. Su dominio técnico y expresivo, la flexibilidad
de su sonido y la profesionalidad de permitirle un alto número de
interpretaciones hablan de su preparación. Un ejemplo de esta profesionalidad
son las fugas de la misa de Haydn. Su preparador, Alois Glassner es un
especialista en la música eclesiástica; ha estudiado Universidad de Música de
Viena y llevado una extensa carrera en cuyo curso fundó la Escuela Coral de
Viena.
En cuanto al
aspecto vocal de los solistas, si bien las obras abordadas no implican el grado
de compromiso de otras de mayor duración, si requieren una cuerda clara,
definida, un dominio técnico y un manejo expresivo en líneas de gran pureza.
Martina
Janková, soprano suiza nacida en la República Checa es una de las cantantes
especializadas en Mozart más importantes; miembro de la Ópera de Zurich, ha
intervenido en gran cantidad de óperas en los más diversos escenarios. Sophie
Rennert es una mezzo soprano nacida en Grazz en 1990. Desde 2008 ha estudiado en la Universidad de música
de Viena y asistido a numerosas masterclassses. Ha ganado el premio en el
concurso Gradus as Parnassum, entre otros. Peter Sonn es un tenor austríaco,
nacido en Salzburgo que se ha desempeñado como solista en muy diversas
oportunidades en obras tan diferentes como La
flauta mágica o El Caballero de la Rosa. Amitai Pati es un tenor que ha completado sus estudios en la Academia Internacional
de Gales, presentándose en numerosos escenarios. Thomas E. Bauer es un barítono
alemán que ya lleva una exitosa carrera internacional y ha actuado bajo grandes
directores como Riccardo Chailly o Nikolaus Harnoncourt, entre otros,
En
cuanto a la Orquesta
del Mozarteum, es poco lo que puede agregarse acerca de la perfección de su
sonido, su versatilidad y su especialización en el repertorio clásico.
Eduardo Balestena
No hay comentarios:
Publicar un comentario